Con la visita virtual es posible explorar el entorno y el interior de los monumentos, descubrir sus asombrosos detalles, disfrutar de perspectivas nunca vistas, o incluso acceder a algunos de sus espacios que por cuestiones de seguridad o conservación no pueden visitarse físicamente.
La visita virtual da valor y visibilidad al acervo cultural y patrimonial de una región, incentivando a nivel popular su conocimiento, afecto, conservación y protección.
Además, al tener la ventaja de mostrar en todo momento y desde cualquier lugar del mundo la riqueza patrimonial de una localidad, atrae a futuros visitantes y fomenta el turismo cultural.
Hoy en día, gracias a los muchos dispositivos con pantalla que manejamos, todos estamos acostumbrados a consumir la información de forma interactiva y visual.
Leer sobre el casco antiguo de una ciudad nunca será tan impresionante como darse un paseo por el mismo. Lo visual siempre se queda grabado en nuestra consciencia de una forma más perdurable, más espectacular. El tour virtual facilita la visita desde casa a monumentos, cascos antiguos, galerías de arte, o museos, pero además tiene la capacidad de enriquecer esa experiencia visual con más información y contenido educativo.
Es, por tanto, una interesante herramienta pedagógica, que muestra los bienes culturales de forma atractiva, entretenida y dinámica, lo que le permite conectar con todos los públicos, tanto jóvenes como mayores.
En la sociedad actual el tiempo siempre es un bien escaso. Nuestras obligaciones laborales o compromisos del día a día nos impiden en muchas ocasiones visitar presencialmente una exposición, sobre todo si ésta es temporal o itinerante. En estos casos, la visita virtual puede convertirse en una alternativa especialmente útil.
Pero también para personas con problemas de movilidad, o cualquier tipo de discapacidad o minusvalía, que no pueden acceder a lugares con escaleras, accesos complicados, ruinas, cuevas, etc. Se eliminan las barreras físicas y geográficas. Cualquier usuario puede visitar virtualmente un museo, una exposición, o un conjunto monumental o patrimonial, las 24 horas los 365 días del año.